Relatorías
Periódico El Expreés. Edición 870 - Domingo 10 de septiembre de 2023

Ojos que no ven... Y el corazón que se queda sin agua
Fernando Díaz-Barriga


El área metropolitana de la capital tiene múltiples problemas, pero quizá el más grave, el que pone en mayor riesgo a la salud de la población y que podría evitar su crecimiento económico, es el de la crisis hídrica. Aquí algunos puntos de este tema.

1. Debemos darle al problema del agua su real importancia, prioridad uno. Si así es, para el problema del agua no hay manera de anteponer partidos políticos o estrellatos pasajeros.

2. Por lo tanto, de manera preventiva habrá que aplicar el derecho humano al agua, el cual señala cinco elementos claves: accesibilidad (a menos de un kilómetro del hogar); asequibilidad (el costo del agua no debe superar el 3% del ingreso familiar); disponibilidad (100 litros diarios por persona); aceptabilidad (sin olores, sin sabores y transparente); y ser saludable (sin contaminantes químicos, físicos o biológicos).

3. Pero además, el derecho humano al agua llama a que la primera prioridad es el consumo humano, y la segunda prioridad es el agua para la agricultura que genere alimentación. La industria y el resto de la agricultura tienen un lugar secundario. Correcto, secundario, aunque vengan de Alemania, China, Japón o Marte.

4. Así que el primer punto, es analizar el problema del agua como un asunto de cantidad. En condiciones óptimas, el agua que llega a la ciudad en general, se divide en tres cuartas partes de agua subterránea (los pozos) y una cuarta parte de agua superficial (las presas). Por lo tanto, para el futuro debemos saber cuanta agua tendremos, porque la subterránea es finita y la superficial está en duda por presas descompuestas, presas contaminadas con lirio acuático y considerando que la mitad del agua del Realito será reclamada por Guanajuato (hecho convenido durante su construcción). Cuanta agua realmente tendremos y además, cuanta necesitaremos entre población, industria y agricultura. Asumiendo crecimiento urbano (por ejemplo con Pozos y Villa de Reyes creciendo cuatro veces más), crecimiento industrial, una agricultura que no para en desperdiciar agua y finalmente termoeléctrica, la mina de Villa de Zaragoza, y papeleras. ¿Cuánta agua tendremos? ¿Cuánta agua necesitaremos? ¿Cuánta agua se perderá por evaporación (más días calurosos en cada año) y cuánta por filtraciones en los sistemas de conducción? ¿Cuál es la capacidad de ahorro de la población, la industria y la agricultura? estas son preguntas que deben contestarse en el corto plazo.

5. Pero otro problema también es la calidad. ¿De que sirve tener agua si ésta se encuentra contaminada? De manera natural con flúor, arsénico y radón. De forma antropogénica por contaminantes de la superficie o por fracturas del drenaje. Tenemos microplásticos, ftalatos, nitratos y por supuesto bacterias fecales. El agua sucia no sirve para la población (por eso la gente compra agua de garrafón).

6. Si así es, también el agua tiene el asunto no resuelto del costo, y no hablo de lo que Interapas debería cobrar, sino de lo que cuesta un garrafón. Tomando en cuenta que el salario promedio mensual en México anda en seis mil pesos, el gasto en agua no puede superar los 180 pesos al mes (3% del salario). Ahora bien, asumiendo un consumo diario de 3 litros de agua por persona (para beber y cocinar), una familia de cuatro miembros requeriría de un garrafón cada dos días. Quince garrafones al mes significan un total de 225 pesos comprándolos en una potabilizadora promedio. Cantidad más allá de la frontera de la equidad.

7. El punto se agrava, ya que hablamos de salarios promedios por lo cual, hay un alto porcentaje de personas que no pueden comprar agua de garrafón ni en las potabilizadoras. Tienen que esperar a las pipas y el agua de pipa viene directamente del acuífero contaminado y en muchos casos de norias con agua que no tiene aceptabilidad por olor, aspecto y sabor. El agua potable no es accesible.

En conclusión, el derecho humano al agua en SLP metrópoli, peligra; y por ello, la UASLP trabaja con el municipio para contestar algunas de las preguntas que aquí se han planteado. A pesar de que para muchos la crisis hídrica se ha hecho invisible ya que las pipas llenan sus algibes. Sin saber cuanta agua tenemos y cuanta necesitamos para crecer, sin tener idea de su calidad, no conoceremos el real tamaño del problema. En esta vamos juntos, desde Villa de Reyes, Pozos, Zaragoza, Soledad, Cerro de San Pedro, Arriaga y Capital. Porque el derecho humano al agua, tiene otro punto, no, no habla de que el agua sea de propiedad municipal.


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