De la importancia de la calidad de la educación superior en este momento de cambios y retos con el nuevo gobierno federal, el recién nombrado director del
COPAES manifestó que el mayor desafío que puede existir ya no es el de la cobertura o de la matrícula, sino la calidad y la pertinencia. “Durante mucho tiempo, todo el siglo pasado, prácticamente la gran preocupación de las instituciones de educación superior era ampliar la matrícula”.
Reconoció que el gran reto del siglo XXI es la calidad y la educación de calidad certificada, pues la aspiración es la excelencia, la cual sólo es alcanzable mediante evaluaciones rigurosas y sistemas que llevan mucho tiempo y esfuerzo, como es el caso de las reacreditaciones; característica particular que no son sólo un documento de la excelencia, sino un conjunto de amplias recomendaciones que permiten la mejora continua de los programas.
Detalló que a la fecha México registra un 38 por ciento de cobertura, lo cual significa que está a media tabla respecto de otras naciones, incluso americanas, pues fue un primer gran reto que ya se cumplió.
Enfatizó que en la parte de cobertura y matricula se tiene que beneficiar a los grupos menos favorecidos, “decirles del ingreso, que quienes no asisten a las universidades o truncan su bachillerato se vuelve un tanto difícil esta situación, sobre todo si no hay los recursos para favorecer la asistencia”.
Afirmó que la meta final es la pertinencia. “Si los jóvenes no egresan bien formados, si no encuentran en los mercados internacionales de trabajo lugares donde ocuparse, la educación no estará cumpliendo su misión, que es hacer de México en la educación superior un espacio de categoría, calidad, entre los primeros lugares mundiales. Por ello, el ejercicio de acreditación en el que están inmersas la UASLP y otras instituciones de educación superior corresponde a ese gran proceso que veremos relacionado con la calidad y excelencia”.