Esta experiencia sirvió para llevar este monitoreo a plagas y enfermedades en la salud humana, entendiendo que muchas se asocian a vectores, como es el caso del
dengue,
chikungunya y el
zika, que periódicamente se presentan en México, asociado a periodos de intenso calor seguidos de lluvia.
Detalló que la expansión de estas enfermedades se da en ambientes cálidos en regiones altas, como el
Altiplano, lo que propicia su esparcimiento más allá de su hábitat natural. Con el proyecto se trata de establecer patrones de distribución de acuerdo a su estacionalidad a lo largo del año, así como el número de registro de pacientes comparado con años anteriores. Esto para prever las condiciones ambientales en que se van a reproducir los vectores.
Reiteró que el trabajo contempla el monitoreo de variables climáticas para asociarlas a plagas y enfermedades que repercutan en la salud humana, con el fin de emitir alertas hacia la sociedad. Dijo que se buscará tener una reunión con el secretario de
Salud, José Narro Robles, y exponer la necesidad de compartir la base entomológica de la
Secretaría de Salud para mejorar los análisis espaciales y climáticos de estas plagas y enfermedades, ya que actualmente se realiza a partir de los reportes de egresos e ingresos hospitalarios por
dengue,
chikungunya y
zika.