| La medusa es un animal marino invertebrado que se engloba en el filo (categoría taxonómica) de los Cnidarios; posee un cuerpo gelatinoso en forma de campana del que salen los tentáculos y el tronco, de forma tubular. Es uno de los organismos más antiguos que habitan la Tierra, han estado aquí por más de 500 millones de años, a pesar de que no pueden vivir por más de seis meses; los expertos creen que han sobrevivido gracias a su capacidad de reproducirse sexual o asexualmente, es decir, sin necesidad del sexo opuesto, por estrobilación (liberando diminutos clones, pólipos, que se transforman en las medusas con tentáculos que conocemos).
Observar el pausado, etéreo y elegante movimiento de las medusas puede ser hipnotizante y relajante, tanto que incluso podemos pasar por alto preguntarnos sobre su organismo y cómo se mueven. Pues bien, 95 por ciento de su cuerpo es agua; no poseen corazón, cerebro, sangre o huesos; la mayoría no tiene sistemas especializados para la osmorregulación, respiración o circulación ni un sistema nervioso central; y hay especies que desafían a la muerte, al revertir el proceso de envejecimiento y retroceder de medusa a pólipo.
Se propulsan con ayuda del agua y, al contraer sus músculos, este movimiento puede explicarse desde la física, específicamente desde la mecánica y las leyes de Newton. Conoce más de ello en el artículo principal de esta edición.
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