Sin duda alguna, la medicina actual no es lo que era hace un siglo, ni siquiera hace una década. Los continuos descubrimientos en diversas áreas la han llevado a ser un campo que se desarrolla constantemente, muchas veces de la mano de la tecnología y de otras disciplinas, como la ingeniería o la física. Así, la medicina y la realidad aumentada se han unido para generar diagnósticos más precisos, usando la visualización holográfica.
En su artículo “A Survey of Augmented Reality”, publicado por la revista
In Presence: Teleoperators and Virtual Environments el 4 de agosto de 1997 (p. 356), el investigador Ronald T. Azuma definió la realidad aumentada como una variación de los entornos virtuales o realidad virtual, como se le llama comúnmente, en que la tecnología complementa la realidad en lugar de reemplazarla por completo, es decir, permite ver el mundo real con información añadida, combina los mundos real y virtual y, en la investigación que presenta en este número, se propone utilizarla para observar el cuerpo humano y diagnosticar enfermedades.
Este proyecto lo llevan a cabo científicos de la Facultad de Ciencias de nuestra casa de estudios, quienes demuestran en el artículo principal de esta edición que la ciencia y la tecnología pueden ir a la par para mejorar la calidad de vida del ser humano y no son cuestiones ajenas, aunque muchas veces la sociedad desconozca el trabajo que se realiza. Es aquí donde
Universitarios Potosinos sirve como puente entre ambos sectores.